L'Atelier, en francés estudio, es el reducto más íntimo de los artistas. Un lugar de creación al que acceden las personas más próximas al artista con un simple fin: disfrutar del arte.
Escogí este nombre porque reflejaba la esencia que quería transmitir al blog. La seducción puede analizarse de muchas maneras y yo buscaba darle un enfoque artístico.
Con L'Atelier pretendo un modelo de seducción emocional, natural y en femenino. Emocional porque prefiero hablar del seductor como un artista que como un ciéntifico. No niego que la seducción pueda ser una ciencia, sencillamente me estimula más verla como el arte de estimular a las mujeres. Natural porque es esa la escuela a la que pertenezco. Una escuela que me enseña a mejorar en mis habilidades sociales en lugar de trucos quasi-esotéricos para engañar a las mujeres. Y en femenino porque a mi lo que me importa es la mujer y su mundo. Los gurús y sus guerras no ocupan espacio en mi vida.

lunes, 22 de junio de 2009

Jugar sin el balón.



Morrissey - I'm Throwing My Arms Around Paris



En el fútbol saber jugar detrás del balón significa saber jugar cuando no tienes la posesión del balón.

¿Es importante saber jugar sin el balón? Bueno, si tienes arriba a unos fenómenos que te aseguren un gol por cada tiro tal vez puedas dedicarte a mirar a las tías del público cuando tu equipo no tiene el balón. Por contra si tu equipo va justo de calidad tus opciones para ganar pasan por saber jugar sin el balón y no desaprovechar las ocasiones que puedas tener.

Lo mismo sucede con la seducción, si eres guapo, famoso o millonario tal vez puedas descuidar tu juego sin balón. Si no es el caso tus posibilidades dependen de lo que sepas hacer sin el balón en los pies.

¿Qué es en seducción no tener el balón?

La seducción es un juego consistente en causar emociones, tienes el balón cuando eres tú el que provocas emociones, no lo tienes cuando es la mujer quien te las provoca. Saber jugar detrás del balón no es otra cosa que controlar las emociones que una mujer te provoca.

El problema de muchos hombres con las mujeres no es que no tengan una personalidad atractiva sino que no son capaces de mostrarla porque no controlan sus propias sensaciones. Es como si Rafa Nadal se pusiera a jugar al tenis con una venda en los ojos, no es que sea malo es que está ciego, en cuanto se quite la venda va a empezar a ganar todos los puntos. Seducir empieza con aprender a jugar detrás del balón, a controlar tus sentimientos.

Mantener la posición.

El 90% del juego sin balón es mantener la posición. Tus rivales lo saben y se dedicarán todo el partido a sacarte de tu puesto. Se cambiaran de banda, se alejaran, se acercarán, te pondrán nervioso, harán que te confíes, etc.

La posición de una mujer en la seducción es muy parecida a la de un delantero, ya sea más o menos conscientemente hará todo lo posible para que pierdas el control.

Mantener la posición en la seducción es lo que comúnmente se llama mantener el marco (frame). Es decir: mantener la creencia de que eres atractivo y de que eres lo mejor que le puede pasar a la mujer en la vida.

Esta creencia se erosiona en la medida en que te sientas intimidado por la mujer. Intimidar es causar miedo, en este caso una mujer te intimida cuando te infunde el miedo a ser rechazado. Te sientes intimidado por la mujer en la medida en que sientas que no eres capaz de seducirla.

Este miedo puede estar causado deliberadamente por la mujer o puede ser resultado de un comentario bienintencionado de ella, frecuentemente lo que intimida es su simple belleza sin necesidad de que abra la boca.

Este miedo produce en ti una reacción: hacer algo para revelarte como alguien atractivo.

Ese es el fallo. Acabas de perder la posición.

Un defensa pierde la posición cuando el rival logra meterle el miedo y las dudas en el cuerpo entonces empieza a dejar huecos, a llegar tarde a los balones, a hacer faltas continuamente... en una palabra: su comportamiento se vuelve inexplicable. Nadie deliberadamente actuaría así, y es que esa es la clave: no está actuando, está reaccionando. Los delanteros le han conseguido asustar, no se siente seguro y ya no juega sino simplemente reacciona para tapar los agujeros que ve sin ser consciente de que con ello cada vez crea mayores agujeros.

En la seducción pierdes la posición cuando no actúas sino que reaccionas. Ha sucedido algo que te hace dudar de que seas capaz de seducirla así que reaccionas para cambiar la situación, para dejar muy claro que eres atractivo.

A partir de ahora tus chistes dejaran de ser graciosos, tus replicas no tendrán sentido, tu gestos darán vergüenza, etc. ¿Qué ha pasado? Tío, pues que has perdido la posición: no estás actuando sino reaccionando.

Por tanto lo primero que tienes que aprender para jugar sin balón es cómo no perder la posición. Eso lo logras mediante esta dinámica que llamaremos "procedimiento para mantener la posición". (No soy muy dado a bautizar las técnicas pero como continuamente voy a referirme a este procedimiento será mejor si le ponemos nombre)

Procedimiento para mantener la posición.

Pongamos un ejemplo, un hombre está hablando con una mujer y ésta le dice "no salgo con tipos como tú". Frente a esta afirmación estas son las hipótesis:

Comportamiento reactivo. El hombre se siente molesto, enfadado y herido lo que lleva a reaccionar marchándose, insultando (yo tampoco salgo con putas) o soltando una fanfarronería (eso dicen todas hasta que ven mi deportivo).

Comportamiento proactivo. No salgo con tipos como tú dice ella a lo que contesta "pues deberías". No ha habido reacción, no hay temor al rechazo. No te descentra su rechazo.

Comportamiento contrareactivo. Esta es una etapa intermedia que tendrás que atravesar y en la que me detendré para que tú no te detengas en ella más tiempo del inevitable. La cuestión es que una contrareacción es también una reacción. Es decir: hay hombres que cuando se sienten intimidados por las mujeres cobran consciencia de ello y de que no es algo bueno así que buscan hacer algo que transmita la idea de que no están asustados.

Pertenecen a esta categoría todos los que frente a una amenaza de rechazo por la mujer utilizan una frase o una técnica sacada de un gurú de la seducción pensando que esa frase es mágica y que hará que decaigan las resistencias de la mujer de igual modo que las puertas de la cueva se abrían siempre que Alí Babá decía Abracadabra.
Su problema no es lo que dicen, el gurú no miente, esa frase a él le funciona. Tampoco el cómo, ciertamente el aspirante a seductor ha empleado mal la técnica pero eso es más el efecto que la causa. El problema es el por qué: el sujeto estaba intimidado y en lugar de atacar el miedo y destruirlo ha pretendido ocultarlo. Y no es que las mujeres sean muy listas o tengan mucha experiencia descubriendo farsantes (que muchas lo son), el problema es lo mal actor que eres.

Tu enemigo es sentir miedo, no que la mujer lo descubra. Se trata de anular el miedo no de esconderlo, tienes que dejar de ser reactivo y ser contrareactivo no es la solución.

¿Cómo consigo no ser reactivo?

Puede parecer algo místico pero es completamente real. No necesitas aprenderte de memoria largas rutinas sino que lo que necesitas es aprender a controlar tus emociones. Aprender que cuando te sientes intimidado es esa sensación de miedo tu enemigo. Debes combatirla y destruirla, entonces experimentarás una enorme claridad y se te ocurrirá una respuesta mejor que te hará sentir como la reencarnación de Casanova. Suena místico pero es la jodida verdad.

El esquema es este:

1) Aparece la intimidación.
Te acercas a una mujer atractiva, dices algo y ella te responde "Pero tío, quién te ha dicho que vengas"
Entonces te sientes mal, muy mal. Ha pasado justo lo que te temías ahora el miedo te empuja a salir corriendo y no parar hasta llegar a casa, la ira a arrancarle la cabeza, la rabia a hacer algo que demuestre que eres atractivo y marcharte dejándola lamentándose por su torpeza, etc.

2) Identificas la intimidación como tu enemigo.
Te das cuenta de que te sientes intimidado por la respuesta de la mujer. Pero en lugar de machacarte la cabeza buscando algo que te deje en buen lugar identificas tus sentimientos de miedo, ira o rabia como tus auténticos enemigos y buscas suprimirlos.

3) Mantienes el control.
Eliminada la intimidación entras en un estado de calma y relajación en el que te es fácil dar con una buena respuesta. Algo tipo:
- Quién te ha venido que vengas.
- Nadie, he venido libre y sin coacción porque me encantan tus ojos y quiero conocerte.

Esta es la idea esencial del juego sin balón. A continuación voy a desarrollar esta idea exponiendo los obstáculos principales que aparecen en el juego sin balón y cómo mantener la posición.

Confianza en el conjunto.

En el fútbol una de las claves para mantener la posición es la confianza en tus compañeros. Pongamos que eres central, mientras el delantero esté en el centro del campo no te asusta porque le tienes controlado. Él lo sabe y se echa hacia la banda con lo que crea una situación de peligro porque ya no le controlas. Así te pone a prueba, si le sigues perdiendo la posición demuestras que le tienes miedo, si mantienes la posición lo que demuestras es que tienes confianza en tu compañero del lateral. Aunque el delantero escape a tu control no te asustas porque sabes que está en la zona de influencia de un compañero solvente. Un jugador fuera de tu área de control es un peligro potencial, pero como tienes confianza en tus compañeros sabes que ese peligro no se va a materializar.

El esquema es parecido con la seducción, se trata de que tu personalidad juegue en equipo. Supongamos que durante una interacción sale a relucir una cualidad tuya que no es muy atractiva (por ejemplo: te has descuidado y tienes una pequeña barriga). Ante este supuesto muchos hombres corren a excusar su barriga o a buscar otra cosa con la que compensar el defecto. Algo como meter barriga y contener la respiración para que parezca que tienes unos buenos abdominales, o comentar "si debería hacer más ejercicio, pero es que cuando tienes un deportivo en el garaje nunca quieres ir andando".

Patético.

Han perdido la posición clarísimamente, o tú crees que al hablar esas personas pensaban que eran atractivas y que estar con ellos era lo mejor que podía pasarle a una mujer.

En estos casos lo que tienes que hacer es aplicar el procedimiento para mantener la posición y darte cuenta de que tú problema no es la barriga sino la reacción que el comentario de la mujer ha producido en ti. No tienes que buscar algo con lo que compensar ese defecto sino que tienes que atacar esa sensación de miedo que la chica (ayudada por tus grasas) te ha producido. Y esa sensación se anula recordando que tal vez estés algo gordo pero que sigues siendo lo mejor que le puede pasar a una mujer porque eres simpático, interesante, divertido...

En estos casos si logras mantener la posición te descubrirás riéndote de la barriga que te ha salido, de lo mal que bailas o de lo calvo que te estás quedando. La mujer estará más centrada de tu seguridad que tu barriga, estará sorprendida de cómo has mantenido la confianza en una situación en la que el común de los mortales se pone a llorar.

Presión.

Mantener la posición es lo principal en el juego detrás del balón, pero no siempre es suficiente. Hay equipos que al ver que mantienes la posición se quedan sin alternativas y pierden la pelota. Pero otros no, los grandes equipos son capaces de retener la bola y jugarla a la espera de que cometas algún fallo.

Lo mismo con las mujeres. Hay mujeres que al ver que no pierdes la posición desisten, otras no, incluso lo intentan con más fuerza. La solución en esos casos es aumentar la presión, no solo mantener la posición sino además presionar al rival para que no pueda mover fácilmente el balón.

La presión en la seducción se resume en esta frase: nunca permitas a una mujer algo que no le permitirías si fuera fea y no hagas nada que no harías si no fuera guapa.

La forma en las mujeres intentan conseguir validación low cost es o bien atacándonos o bien quejándose. Llamo validación low cost a la validación que las mujeres quieren conseguir sin riesgo, sin mostrar su personalidad sin implicarse en la conversación.

Eso es algo que logran por dos medios, el primero metiéndose con los hombres, reprochándoles algo para que ellos se sientan poco atractivos e intenten hacer algo para obtener la aprobación de la mujer.

Frente a estos ataques lo primero pasa por mantener la posición. Atacar la sensación de que estás perdiendo a la chica. Anulado este sentimiento sientes una claridad que habitualmente te lleva a reírte de ti mismo, es la parte que hemos visto al hablar de confianza en el equipo. Pero hay veces que lo que sientes no es miedo al rechazo pero tampoco te apetece reírte de ti mismo, lo que sientes es que el comportamiento de la mujer es inaceptable, que podrá estar muy buena pero que la forma en la que se está comportando es completamente intolerable. El primer comentario fue gracioso, con el segundo empezaba a ser cansina, el tercero ya era demasiado. Entonces dices algo para dejar claro que ni te intimida su belleza ni aceptas su comportamiento. (Enfoca los negs de esta manera).

La otra forma en la que las mujeres reclaman atención low cost es quejándose. Son los supuestos en los que no son el centro de atención y empiezan a comportarse como un niño pequeño al que sus padres no prestan atención: se quejan, magnifican todos su males, no escuchan sino para añadir algo más grave, etc.

En estos casos muchos hombres corren a consolar a la mujer pensando que es su momento para ganársela. Pero lo que están haciendo es regalarle su marco. ¿Harían lo mismo con una mujer fea? o pensarían que menuda pesada que además de fea es un coñazo. Bueno, pues en estos casos tienes que aplicar el procedimiento para mantener la posición y entonces verás como la mujer es muy guapa pero resulta insoportable tanta egolatría así que optarás por ignorarla, no hacer caso de sus quejas y lágrimas de cocodrilo.

Contraataque.

En el fútbol un buen contraataque es lo que separa una situación de peligro de una inmejorable ocasión para atacar. Es lo que en la cultura Zen se define como usar la fuerza de tu rival para derribarle, al atacar se dejan espacios saber explotar estos espacios es muy importante en fútbol y en seducción.

El contraataque en seducción es el reframe que podemos traducir como reenmarco. Reenmarcar es cambiar el marco, la forma en que percibimos una realidad. La realidad no varía objetivamente pero si subjetivamente. El tamaño de un edificio es siempre el mismo pero parecerá inmenso al lado de la caseta de un perro e insignificante al lado de las Torres Petronas.

Con el reenmarco no solo superas sus trampas (mantienes la posición) sino que erosionas su posición, haces que tiemblen sus cimientos. Ya no puede dedicarse a jugar con tus emociones porque no controla completamente las suyas.

En seducción el reenmarco lo haces para mantener la idea que eres atractivo y que estar contigo es lo mejor que puede pasarle a la chica y al mismo tiempo erosionar su posición haciendo que ella se cuestione su atractivo.Te reafirmas como alguien atractivo y le metes a ella la duda de si ella es lo suficientemente atractiva para ti.

El reenmarco puede hacerse, fundamentalmente, por tres vías. Lo que voy a explicar a través de un ejemplo que aparentemente no tiene contenido seductor pero que es en estos casos en los que más importante es mantener el marco de que eres atractivo. Un ejemplo varios reenmarcos.

Reenmarco por contenido.

- ¿Te molesto?
- Un poco. Estaba acabando unos asuntos de trabajo.
- Pues vaya pringao. Hay que ser tonto para quedarte en casa un día como hoy.
- ¿Me estás proponiendo algo? Mmm, me lo tendré que pensar ¿Qué llevas puesto?

Gracias al reenmarco su frase ya no significa un reproche sino una invitación. Yo ya no soy el aburrido sino el invitado, ella pasa a temer si lo está intentando demasiado.

Reenmarco por contexto.

- ¿Te molesto?
- Un poco. Estaba acabando unos asuntos de trabajo.
- Pues vaya pringao. Hay que ser tonto para quedarte en casa un día como hoy.
- Tú ríete pero ya verás cuando te vea. Te recomiendo que me evites una temporadita.

En esta ocasión cambio el contexto para dejar de ser un tipo aburrido y pasar a ser una persona a la que le están interrumpiendo.

Reenmarco por zoom

- ¿Te molesto?
- Un poco. Estaba acabando unos asuntos de trabajo.
- Pues vaya pringao. Hay que ser tonto para quedarte en casa un día como hoy.
- Vaya muchas gracias, es justo lo que necesitaba oír ahora.

Ahora he le hecho ver su comportamiento desde otro punto de vista haciendo que se sienta egoista. Yo no soy un aburrido, es ella que es una desconsiderada.

Dormir el partido.

En ocasiones cuando un equipo va ganando y no le interesa cansarse mucho de cara al próximo partido lo que hace es dormir el partido con el objetivo de que el tiempo pase sin crear y sin que te creen ocasiones de peligro. Cuando un equipo hace esto su significado es claro: si por ellos fuera el partido acabaría ahora mismo, me vale el resultado.

Como equipo ganador esta técnica solo la empleas cuando vas ganando, si te encierras en el área para no ser goleado entonces eres un perdedor. Es muy importante que recuerdes esta diferencia porque hay hombres que le entregan la iniciativa a la mujer por miedo a ser rechazados, porque no se atreven a mostrar interés. Cuidado con la diferencia porque es básica.

Las mujeres se lo piensan mucho antes de llegar a un nivel sexual. Pero hay veces que en que se pasan. En esos casos la estrategia es dormir el partido y dejar pasar el tiempo. Es la única forma de mantener el marco de soy atractivo y estar contigo es lo mejor que puede pasarle a la chica. Si la chica duda más allá de lo razonable tú das un paso atrás, dejas de intentarlo y dices "tengo opciones con tantas mujeres que no voy a intentarlo más contigo. Tú por contra estás perdiendo la oportunidad de tu vida"

Cuando un equipo duerme el partido es porque no necesita hacer nada más para ganar, por contra es su rival el que tiene mover ficha para obtener un resultado postivo.

¿Cómo saber cuándo dormir el partido? Aplica el esquema de mantener la posición, si el sentimiento que experimentas libre de coacciones externas es el de aburrimiento entonces deja de intentar avances y que juegue ella. Y recuerda no duermas nunca el partido por miedo a mostrar interés.

Jugar sin el balón con el balón en los pies.

Este concepto es mucho más fácil de lo que parece.

En el fútbol el que un equipo tenga la posesión del balón no significa que tenga carta libre para atacar sin control. Esto no es un partido de patio de colegio en el que todos pueden subir al ataque impunemente. En el fútbol moderno se guarda la posición incluso cuando se ataca. Es lo que se llama jugar sin el balón con el balón en los pies.

La esencia es la misma: no perder la posición por razones tanto ofensivas como defensivas. Ofensivas porque si todo el equipo corre hacia el balón se formará una montonera de gente en la que será muy fácil perder la posesión del balón por contra manteniendo tu posición obligas al rival a dispersarse por todo el campo favoreciendo que aparezcan huecos. Defensivamente porque no te tienes que cubrir frente a un eventual contraataque del rival.

En la seducción el ego te la puede jugar de dos maneras. Primero haciéndote creer que no eres atractivo y sintiendo que necesitas hacer algo para ser percibido como alguien interesante. Segundo, cuando tienes ocasión de mostrar un aspecto tuyo atractivo. Del primero ya he hablado, me centraré en el segundo.

Supongamos que estás con una mujer muy atractiva y ella comenta que la cosa que más le gusta en este mundo son los hombres que saltan en paracaídas. Y da la casualidad de que tú eres el campeón nacional de paracaidismo. ¿Percibes la tentación? Te sientes empujado a hablar de tus logros y conquistas en la materia del salto con paracaídas. Sin embargo la mujer se limita a sonreír y poco más. ¿Qué ha pasado? Pues que has perdido el marco de ser el premio. Le has entregado gustosamente el marco de ser el premio a ella porque te creías lo suficientemente atractivo para pagar el precio. Lo que has hecho es decir: tú eres el premio pero no me importa porque estoy a tu altura. Esta estrategia no funciona.

¿Cuál es el comportamiento correcto? Lo primero mantener la posición, es decir: resistirse al impulso de impresionar a la mujer. Este es el fallo y la razón por la que pierdes el marco. ¿Le gustan los paracaidistas? ¿y qué? siempre estuvo claro que el atractivo eras tú, lo que faltaba por saber era si ella lo era también.

No te dejes llevar por la tentación de la satisfacción inmediata y no presumas. Anula esa sensación y, como dije antes, sentirás una sensación de claridad y dirás respuestas tan buenas como "Anda, ¿en serio te gusta el paracaidismo? Yo lo practico desde pequeño ¿alguna vez lo has probado?" Esta es una buena respuesta porque no es la respuesta de alguien que busque impresionar sino de una persona interesada, alguien que ha visto un motivo en la mujer por el que quiere conocerla mejor.

El descubrir que a una mujer le gusta algún rasgo tuyo no debes emplearlo para producir atracción, para impresionarla, sino para producir una conexión, para buscar un punto en común entre los dos. Una regla básica de la seducción.

miércoles, 17 de junio de 2009

Tipos de interés.


Zero de Yeah, yeah, yeahs.




Supongo que como seductor debo acostumbrarme a buscar el lado bueno de las cosas. Así que cuando estás en París pero no vas poder salir de la habitación del hotel te pones a pensar qué hacer. Podría hacer como las putas en los sesenta, salir al pasillo y esperar que pase alguien apeticible. Mientras se me ocurre alguna idea mejor pongo la tele francesa y veo a Neil Strauss en ella. No me gusta la tele pero, después de todo, las reglas están para saltárselas, el plan del pasillo podía esperar. Era un programa en el que entrevistan a varias personas a la vez buscando que interactúen entre ellos. Style estaba promocionando su nuevo libro Rules of the Game, en España Domina el método en 30 días (en Francia 30 jours pour séduire / Confessions d'un Virtuose de la Drague) y junto a él estaba el cómico francés Elie Semoun. En un momento de la entrevista le preguntaron a Semoun su opinión sobre las ideas de Style y contestó una frase para enmarcar, dijo que las mujeres por naturaleza desconfían de los hombres y que para seducirlas en lugar de hacer el gran juego directamente primero hay que ganarse su confianza. A Neil Strauss que estuvo todo el programa bastante acartonado no le quedó otra que darle la razón y desear que ese tío no escribiera libros de seducción porque si no nadie compraría el suyo.

La frase de Semoun sintetiza una idea que es esencial para entender todo lo relativo a las manifestaciones de interés (lo que se suele llamar SOIs o ADIs) pero yo prefiero llamar piropo.

El otro día un lector (en concreto Tuyyoya) me pedía ayuda para que sus piropos le funcionaran. Yo le pregunté a qué llamaba que un piropo funcionara. Y ahora os repito la pregunta a vosotros ¿qué tiene que pasar para que un piropo funcione?

Para mi la respuesta es clara: un piropo funciona en la medida en que logra reducir la natural desconfianza que las mujeres sienten hacia un hombre que pretende ligar con ellas.

Las mujeres quieren ser seducidas, no tengo la menor duda, pero no quieren ser engañadas. Y ese temor a ser engañadas les lleva a desconfiar de los hombres y a llenar de obstáculos el camino hacia la seducción. La función de un piropo es allanar el camino haciendo desaparecer los obstáculos mostrándonos como hombres interesados en ella, hombres que ven en ella a una mujer especial, diferente y mejor a las demás.

Y partiendo de esa base construye los piropos pensando en una sola idea: transmitir a la mujer la idea de que te interesas por ella porque es especial, diferente y mejor a las demás.

La razón por la que a muchos hombres no les funcionan los poderes es porque están más pendiente del para qué que del por qué. Es decir, sueltan los piropos con el objetivo de obtener la validación de la mujer ya sea convirtiéndose en sus perritos falderos dispuestos a aplaudirle todo o bien en plan perdonavidas ensalzando sus virtudes pero dejando bien claro que ellos son mejores.

Un piropo no es algo que vaya aumentar tu atractivo, no. Un piropo es algo que explica por qué estás ahí y por qué quieres ir a más. Un piropo lo dices pensando en el por qué (te piropeo porque eres especial) no en el para qué (te piropeo para que veas que soy atractivo). Con los piropos no se trata de ser tú el guapo sino que lo sea ella.

La posición de valor.

Eso de que para decir un piropo hay que partir de una posición de valor es mentira. Hay que partir de una situación de credibilidad. Como he explicado un piropo busca vencer las resistencias de una mujer transmitiendo tu creencia de que es especial. Si no suenas creíble lo único que vas a conseguir es empeorarlo todo.

Conocí una chica que me comentó que una vez estaba con un chico y la cosa iba francamente bien. Entonces él se puso a recitarle poemas extremadamente bellos. Ella cogió el bolso y salió corriendo. ¿Qué pasó? Que ese hombre sonó del todo menos creíble, apenas conocía a la mujer como para ponerse a recitar poemas de amor. Estaba muy claro que él no tenía más interés en ella que como un agujero a rellenar. Partía de una posición de valor: la cita iba muy bien; el piropo era muy bueno: poesía digna de un profesional (si es que en el siglo XXI aún quedan profesionales de la poesía) pero le falló la genuinidad y chico, eso es clave cuando hablamos de piropos.

Lo que tiene más sentido es la regla de que la mujer se gane el piropo. Eso sí, interpretada de una forma muy diferente a lo que suele verse por los foros.

Son muchos los que defienden que no debe piropearse a una mujer hasta que se han percibido IDIs o IOIs (llámalos como quieras). Me parece una idea bastante IDIota. De lo que sí se trata es de piropear sólo cuando has visto algo en la mujer susceptible de ser piropeado. Si una mujer se comporta contigo como una auténtica zorra piropearla no conducirá a ningún resultado positivo. Pero no porque no partas de una situación de valor sino por falta de genuinidad: cómo es posible que un hombre mínimamente equilibrado sienta atracción genuina hacia una mujer que le desprecia.

Es una idea que ya comenté anteriormente, la única señal de que le gusto a la mujer que tengo en cuenta es que ella se revele tal cual es, que invierta en la conversación mostrando su personalidad y su manera de ser. Es eso lo que persigo y valoro. Que la mujer me haga morritos, que se toque el pelo o que dilate las pupilas no le doy especial importancia. Ya no es solo que puedan ser falsas señales (ver señales equivocadas I ¿eres fácil de seducir? ) es simplemente congruencia: tengo el suficiente éxito con las mujeres como para emocionarme por el hecho de tener a una mujer detrás de mi, en su lugar prefiero pasar un buen rato con una mujer. No busco una fan, busco una compañera con la que caminar por la vida unas horas, días o tal vez años.

En consecuencia, no es que piropee porque esté en una situación de valor, sucede que como la mujer ha invertido en la interacción he podido apreciar en ella detalles que halagar.

Comenzar por un piropo.

Todo lo que he dicho... ¿significa que no puedo abrir por un piropo? No, significa que si dices un piropo en el minuto 5, 10, 60 ó 2880 (que son 2 días) tendrás que ser coherente con lo que ha sucedido en esos 5, 10, 60 ó 2880 minutos.

Cuando abres con un piropo no puede ser coherente con lo que ha sucedido porque no ha sucedido nada (aún) pero sí puedes ser coherente con tu manera de ser. Volvemos a lo de antes: no confundir el para qué con el por qué. No se trata de comenzar con un piropo para que la chica te vea como alguien atractivo y no te rechace sino comenzar con un piropo porque eres una persona social interesada en conocer a esa mujer por el motivo que transmite el piropo. Así logras vencer su natural desconfianza hacia los desconocidos que se acercan a ligar con ella. No se trata de que piense que eres atractivo sino de que no hay motivo para desconfiar de ti.

Al abrir con un piropo no buscas generar atracción sino ser percibido como alguien sociable e interesado en conocerla por el motivo que expresa el piropo. Esto se demuestra en la forma en que reaccionas a su respuesta. Quieres socializar y una negativa de la mujer no te deprime sino que empiezas el juego. Es aquí donde cobra sentido esa frase de Zan Perrion de comportarse como si hablara marciano cuando una mujer te dice que no.

Coherencia= proporcionalidad.

Una forma, quizá la mejor, de ver cuando en un piropo prevalece el para qué frente al por qué es analizar su proporcionalidad con relación al momento de la interacción.

Un piropo tiene que ser coherente a lo que acaba de suceder. Se trata de eliminar barreras y eso solo se logra siendo proporcional a lo que ha sucedido, de lo contrario la mujer sospechará que todo es un plan preconcebido y artificial.

De modo esquemático (y por tanto un poco reduccionista) un piropo según el momento puede transmitir estas sensaciones:

1) Eres especial, quiero conocerte. Al principio, no la conoces. Intuyes que la chica es especial basándote en algún rasgo suyo. Pretendes iniciar una conversación con ella.

2) Eres especial, quiero conocerte mejor. Ya has hablado con ella y tu piropo refleja que hay entre los dos un principio de conexión. Se trata de mantener una charla profunda en la que mostrar vuestras personalidades.

3) Eres especial, me alegra estar contigo. Ya la has conocido bien y puedes apreciar su personalidad. Se trata de empezar una relación (que no necesariamente tiene que ser larga), de llegar al nivel sexual.

Y por último, la gran pregunta, qué piropear.

Mira este anuncio.


Esto es lo que hay que piropear: lo que te hace especial, es lo que te hace diferente. Coge eso y di que es maravillosa precisamente en eso en que es especial.

Aprende a ver cosas diferentes en la forma de ser de las mujeres. Puede ser algo de su forma de vestir, de relacionarse o su fabuloso culo. El caso es que te acostumbres a buscar lo que hace que para ti esa mujer sea especial y lo valores.


Anexo.

La seducción de una persona y de masas tienen muchos rasgos comunes. Uno de ellos es la confianza, de igual manera que no puedes pretender que una mujer se acueste contigo si no confía en ti no puedes pretender ganar unas elecciones si la gente no se fía de ti. Este artículo de John Carlin sobre los problemas del Premier británico creo que os será muy útil para valorar la importancia de ser uno mismo. (Atención a la cita de Shakespeare. Espectacular)
La Tragedia de Brown
Por cierto John Carlin es autor de un libro magistral llamado El Factor Humano sobre cómo Mandela consiguió reconciliar a una nación con algo tan intranscendente como un partido de Rugby. Un libro que no solo os hará mejores seductores sino también mejores personas, dos cosas que, desgraciadamente, no siempre van juntas.