L'Atelier, en francés estudio, es el reducto más íntimo de los artistas. Un lugar de creación al que acceden las personas más próximas al artista con un simple fin: disfrutar del arte.
Escogí este nombre porque reflejaba la esencia que quería transmitir al blog. La seducción puede analizarse de muchas maneras y yo buscaba darle un enfoque artístico.
Con L'Atelier pretendo un modelo de seducción emocional, natural y en femenino. Emocional porque prefiero hablar del seductor como un artista que como un ciéntifico. No niego que la seducción pueda ser una ciencia, sencillamente me estimula más verla como el arte de estimular a las mujeres. Natural porque es esa la escuela a la que pertenezco. Una escuela que me enseña a mejorar en mis habilidades sociales en lugar de trucos quasi-esotéricos para engañar a las mujeres. Y en femenino porque a mi lo que me importa es la mujer y su mundo. Los gurús y sus guerras no ocupan espacio en mi vida.

sábado, 10 de enero de 2009

Negs, vacuum & co.



Dos preguntas clásicas: ¿Hay que lanzar un neg a todas las mujeres? y ¿Qué es el "vacuum" ese del que habla Juggler?

Realmente estas preguntas esconden una profunda ignorancia de por qué adoptamos una estrategia agresiva con una desconocida a la que pretendemos seducir.

This is not a test de She & him



Los negs no son más que una manifestación de lo que yo llamo "la mala leche del seductor" con la que me refiero a todos esos casos en los que como seductores dejamos de ser polis buenos para jugar a polis malos adoptando una estrategia agresiva. El punto de partida para que "la mala leche del seductor" funcione es saber para qué sirven estas técnicas.

Son muchos los que piensan que un neg es una forma de generar atracción, sin ser una afirmación rotundamente falsa no es la mejor calificación. Yo prefiero definir el neg como una forma de captar la atención de la mujer. En puridad el neg no es parte del juego sino algo previo: una forma de conseguir que la mujer salte a la cancha para que pueda empezar el partido.

La mala leche se usa para romper lo que yo llamo "el besamanos". Besamanos es el nombre que recibe el momento de las recepciones reales en que los cientos de invitados pasan por delante de los reyes para saludarles. Es un acto tan rutinario que los reyes actúan de forma mecánica de modo que, a menos que seas muy importante, el rey no recordará ni lo que te ha preguntado ni lo que contestaste; es más probablemente ni recuerde que has estado allí.

Lo mismo sucede con las mujeres guapas. Están tan acostumbradas a que los hombres quieran ligar con ellas que actúan de forma mecánica con los hombres que se les acercan. Estas mujeres actúan de forma refleja sin prestar atención en quien eres, de modo que medio segundo después de que hayas dejado de hablar con ellas ya te habrán olvidado. Serás solo uno de los cientos que han pasado esa noche por el besamanos.

Mientras la mujer permanezca en este estado de divinidad será imposible seducirla. Seducir a una mujer implica establecer una conexión entre los dos basada en vuestra personalidad. Si quieres una conexión genuina tendrás que motivar tu interés en una cualidad suya que la haga única. Mientras actúe como una diva no podrás hacerlo porque ella no se estará comportando tal cual es, no te está mostrando su personalidad con lo que te es totalmente imposible encontrar alguna cualidad atractiva en ella. Por tanto la mala leche debe emplearse cuando percibas que la mujer te está tratando mecánicamente como a un súbdito más, cuando está funcionando como un robot sin individualizar la interacción contigo.

Juggler utiliza una metáfora fabulosa para hablar de estas situaciones. Dice que es como cuando en una partida de póker un jugador no ha hecho la apuesta inicial. ¿Te imaginas empezar la partida sin que uno de los jugadores apueste? Claro que no, pero tampoco te levantas y le metes un tiro porque eso significaría el fin de la partida y tú lo que quieres es jugar. Así que dejas a un lado las galanterías iniciales y te pones serio hasta que el otro (otra en este caso) decida apostar.

Ten muy en cuenta esta metáfora cuando uses los negs. Recuerda que tu objetivo es que la mujer se decida a jugar no que la mujer se levante ofendida y se vaya. Un neg no es una entrada a la altura de la rodilla con la que pretendes interrumpir el juego sino un recordatorio a la mujer de que no está invirtiendo en la interacción y que ésta no va a continuar mientras ella no lo haga. Supongo que no hará falta explicar que por invertir en la interacción no me refiero a que la mujer empiece a pagarte copas sino a que se deje de conductas mecánicas y se muestre tal cual es, que invierta poniendo sobre el tapete su verdadera personalidad.

Los negs es el tipo de "mala leche" más conocida, pero no es la única, ni siquiera es necesariamente la más eficaz. Un neg supone mostrar desinterés más o menos abiertamente pero dentro de la "mala leche" cabe también algo tan sencillo como no mostrar interés sin necesidad de llegar a mostrar desinterés. Es aquí donde interviene lo que Juggler llama Vacuum y que se traduce por vacío.

El Vacuum está pensado para aquellos momentos en una mujer conversa contigo pero si limita a breve frases que no dicen nada de ella. Consiste en quedarse callado, con una actitud seria (nada de sonrisas) concentrado en lo que ella dice y esperando algo más. Se trata de crear un silencio incómodo que la obligue a hablar más, a ser más precisa en sus respuestas mostrando más de su personalidad en ellas.

¿Son estas técnicas incompatibles con el directo?

No. Jugar directo significa abrir mostrando interés en la mujer, implica que has percibido algo en la mujer que te anima a conocerla pero nada más. Eso no quiere decir que tengas absolutamente decidido mantener una relación con ella. El que en una librería cojas un libro para leer su contraportada no quiere decir que vayas a comprarlo sí o sí. Lo mismo aquí, no es ninguna incongruencia abrir directo y luego mostrar mala leche. Nadie mejor que una atractiva mujer sabe que meter algo en el probador no quiere decir que lo vayas a comprar así que no te vendan el cuento de que vas a parecer incongruente.