
Esta señorita no es Chikilicuatre sino Ani Lorak representante de Ucrania en Eurovisión 2008 y elegida Miss Eurovisión. Aunque mi querida confidente me insiste que es muy bajita y que de cerca pierde mucho (si consigues despistar a su inseparable tropa de guardaespaldas para acercarte claro)
Dice Zan Perrion que la esencia del juego interno es el desinterés activo, esto es: estar abierto a cualquier posibilidad pero sin vincularse a ningún resultado. Esta creencia se demuestra en la victoria, en cuanto que obtienes grandes éxitos, pero también en la derrota. Incluso diría que es sobre todo en la derrota donde puede verse porque es ahí realmente donde demuestras que no estabas vinculado a ningún resultado. Para mostrarlo me ayudaré de Rodolfo Chikilicuatre.
Para los de fuera de España Rodolfo Chikilicuatre ha sido el representante español en el Festival de música Eurovisión. Chikilicuatre es un actor reconvertido en cantante que con una nula aptitud para la música parodia los éxitos discotequeros acompañado por una guitarra de juguete y unas bailarinas que no paran de tropezarse. ¿Cómo llegó a Eurovisión este personaje? Todo comenzó cuando Televisión Española decidió que el representante español iba a ser elegido por votación popular a través de myspace. Al humorista Andreu Buenafuente se le ocurrió presentar a uno de sus colaboradores y el caso es que acabó siendo el elegido.
Desde el primer momento en que se supo que Chikilicuatre iba a ser el representante se comentó que íbamos no con la idea de ganar sino con la idea de reírnos a costa de Eurovisión. A la gran mayoría no nos importó porque el personaje nos hacía gracia, porque hace años que Eurovisión nos importa una mierda y porque sabemos que, por el sistema de votación, siempre ganan los países del Este. (Al final ganó Rusia)
Alguna vez se comentaba ¿y si ganamos este año porque resulta que la gente capta el chiste y también está harta de Eurovisión? Chikilicuatre era claro: mi pronóstico es que quedaremos entre el primero y el último. Zan Perrion hubiera dicho: voy abierto a todas las posibilidades pero sin vincularme a ningún resultado.
Sin embargo después del concurso en el que España quedó 16 de 43 (aunque a la final solo llegaron 25) mucha gente empezó a hablar de si esa clasificación era un triunfo, un fracaso o un empate. ¿Cómo? Pero si no íbamos a competir, se suponía que íbamos a divertirnos haciendo el gamberro. ¿Por qué esta fijación con el resultado?
Aquí se demostró que había gente en España (no Chikilicuatre ni Buenafuente y su gente) que sí iba con la idea de ganar, que si habían optado por presentar a un candidato tan estrafalario era por desesperación, porque ya no sabían qué hacer para ganar y optaron a Chikilicuatre por si colaba.
Del mismo modo que con Chikilicuatre se ha visto que algunos realmente sí iban para ganar, en la seducción se demuestra que muchos usan el marco del desinterés activo con falsedad y que realmente están vinculados a obtener algún resultado con la chica. Y ello se demuestra con su mal perder.
Conclusión, para saber ganar es preciso saber perder. Asumir una derrota, un rechazo y no hundirse por ello porque no estabas vinculado al resultado. El primer paso para ganar es ser capaz de tomarte con humor el rechazo.
Esta actitud probablemente no te sirva de nada con la chica que te rechaza. Pero tus posibilidades con la siguiente chica se multiplican por mil porque realmente estás actuando con indiferencia frente al resultado. No es una fina capa para desorientar y confundir sino una actitud plenamente interiorizada y con la cual eres plenamente congruente. Y esa indiferencia frente al resultado es irresistible para cualquier mujer.
Y el Chiki-chiki de Chikilicuatre tal y como se pudo ver en Eurovisión. Sin cortes. ¿Nos dejaran volver al año que viene? ¿Quién es el cabrón que hizo la presentación con los toros?