Mi estructura.

Si los seminarios de seducción fueran así... no me perdía uno.

Recibo este email:

"Hola Mario, he leído tu blog de arriba a abajo y nunca he visto que hablaras de tu estructura. ¿No tienes una?"

Por muy sorprendente que le parezca a muchos no tengo una estructura. Tengo una serie de principios, que es de lo que hablo en el blog, y procuro adaptarlos a cada mujer pero sin estructuras ni esquemas rígidos. De hecho el título de este post encierra una doble mentira porque no puedo hablar de una estructura como propia porque no tengo, y segundo porque la estructura de la que hablaré no es mía sino de... bueno dejo que lo averigüéis solos más adelante.

¿Por qué pienso mal de las estructuras?

Lo explicaré con una cita de Arturo Pérez- Reverte de su novela La piel del tambor. "Dos veces salió del barrio de Santa Cruz y otras tantas volvió a él, comprobando la inutilidad de su mapa turístico en aquel dédalo de callejuelas silenciosas, estrechas, pintadas de almagre, calamocha y cal, donde muy de vez en cuando el paso de un automóvil lo obligaba a buscar resguardo en portales frescos, oscuros, con cancelas que daban a patios de azulejos, geranios y rosales."

Del mismo modo que un mapa sirve de poco en el barrio sevillano de Santa Cruz, una estructura sirve de muy poco para seducir a una mujer. Sobre el papel parece fácil moverse por Santa Cruz pero una vez dentro de ese barrio de calles estrechas y serpenteantes es imposible identificar en el mapa la calle en la que estás. Lo que antes parecía claro ahora es oscurísimo y no es difícil encontrarse por Santa Cruz a un turista mirando y remirando un mapa mientras se pregunta ¿pero dónde coño estoy?. Con las estructuras es exactamente igual. Visto en un libro o escuchado en un seminario parece todo muy fácil y te crees el nuevo Warren Beaty. Pero al ponerlo en práctica descubres que no es tan fácil, que las mujeres no siempre reaccionan como dice la teoría, que no es tan fácil saber por qué fase vas o que no sabes cómo avanzar.

Ojo, no quiero decir que las estructura sea errónea, digo que en la práctica no sirven de gran cosa. Sucede como con un plano de Santa Cruz, yo no digo que las calles estén mal dibujadas o que el autor sea un memo (aunque a veces sí que lo es) lo que yo digo es que la realidad es tan compleja que no es posible reducirla a una estructura, ni rígida ni flexible.

Por eso yo prefiero hablar de situaciones de crisis. Momentos en la interacción se atasca o decae y es necesario buscar una solución. Entiendo que es mucho mejor enseñar a gestionar crisis que enseñar estructuras. Las estructuras es algo que queda muy bien en un seminario o leída en un libro pero las mujeres de carne y hueso son mucho más complejas como para encerrarlas en una estructura.

"Si tuviese que follar con un tío, es decir si de verdad tuviese que hacerlo, si mi vida dependiese de ello, me follaría a Elvis." Clarence, Christian Slater en True Romance (en España Amor a quemarropa)

En True Romance (Amor a quemarropa) Christian Slater comenta que si su vida dependiera de tener que acostarse con un hombre escogería hacerlo con Elvis. Pues bien, si mi vida dependiera de aplicar una estructura a la seducción escogería la de Dylan Alexander.

1) Llama su atención.
2) Sobresale de entre la gente.
3) Hazla entrar en tu mundo.
4) Proyecta tu valor.
5) Embárcala en una aventura emocional.
6) Se deseable, raro.

¿Por qué? Porque me parece realista y flexible. Realista porque consiste en cosas que realmente tienes que hacer para seducir a una mujer. Flexible porque te permite adaptarte a cada mujer, puedes hacer los seis pasos conjuntamente en un solo minuto como dedicar una hora a cada uno. Es realmente sublime, una de esas cosas que cuando lees te hace preguntar ¿por qué cojones estas cosas no se me ocurren a mi? (Comentario que hago extensible a el guión de True Romance firmado por un, entonces, desconocido Quientin Tarantino)

Hoy no tengo un vídeo musical sino un anuncio. La razón la pondré como comentario a este post porque no quiero ser un spoiler.